jueves, 6 de mayo de 2010




vuelvo a escuchar música de guitarras distorsionadas
por una necesidad espiritual
necesitaba reencontrarme con esto
con la electricidad cableada a cuerdas de acero

todavía no sé
como se complementan las canciones que impulsan a destruir todo
lo que nos rodea, lo que nos ponen al paso
y las tazas de té en hebras
es que no sé cual es el ying porque no conozco el yang

en el entretiempo
ajusto los cordones de los borceguíes y salto al piso
hago pogo
en el eco del punk de los setentas sumado al hardcore de los ochentas

intromisión:
si querés que la gente escuche tu mierda
trabajá
ensayá duro
tocá el bajo hasta que sangren los dedos
y después de eso tocá más

que suenen las guitarras distorsionadas,
suenen acordes con dientes desde el amplificador
porque esta pared es palpable pero derribable
y la exhalación
puede llegar después de la violencia

6 comentarios:

tanto amor empalaga dijo...

genial Jonás, leelo el sábado!

Pablo dijo...

bello poema, Jonás, cementero...
el momento de la destrucción y el té en hebras, muy de acuerdo che.
gracias por el comentario. Sí, ahora que lo leo, tiene mucho que ver con el texto de blatt. qué bueno que está ese texto.
saludos
Pablo

Carla Sagulo dijo...

éste sería desequilibrio en las tablas? je (tablas como escenario o debajo de él: pogooo
y un tecito
:)

jonas dijo...

gracias, marina, alegrome que guste.

pablo, buena onda, seguí metiéndole pilas a la escritura que están saliendo cosas muy buenas.

amiga carlaaaa
afecto infinito para vos

no había pensado la lectura tablas-escenario, pero medio que tiene algo de eso, no?
no de rockstar, pero si de rockdestruction

Anónimo dijo...

jonas soy el tucu che el jueves estaremos en ciudad emergente

Julieta dijo...

Jonás, metéle nomás al guitarreo y a las parias!
Te abrazo!