jueves, 6 de mayo de 2010




vuelvo a escuchar música de guitarras distorsionadas
por una necesidad espiritual
necesitaba reencontrarme con esto
con la electricidad cableada a cuerdas de acero

todavía no sé
como se complementan las canciones que impulsan a destruir todo
lo que nos rodea, lo que nos ponen al paso
y las tazas de té en hebras
es que no sé cual es el ying porque no conozco el yang

en el entretiempo
ajusto los cordones de los borceguíes y salto al piso
hago pogo
en el eco del punk de los setentas sumado al hardcore de los ochentas

intromisión:
si querés que la gente escuche tu mierda
trabajá
ensayá duro
tocá el bajo hasta que sangren los dedos
y después de eso tocá más

que suenen las guitarras distorsionadas,
suenen acordes con dientes desde el amplificador
porque esta pared es palpable pero derribable
y la exhalación
puede llegar después de la violencia