lunes, 26 de enero de 2009

La ciudad bajo ataque, el primero de la serie:



el entramado de hebras pixeladas publicita una bebida gaseosa a base de sake
emite colores estridentes, epilépticos
desde las alturas, un avión intercontinental, desciende al aeropuerto más cercano
la maniobra equivocada del piloto, o el efecto hipnótico del cartél, resultan en catástrofe
en sumatoria de consumismo y transporte
¨ esto no es un aterrizaje, nos estrellamos como parte de un espectáculo nocturno ¨

abajo, las cámaras digitales, registran el momento, un choque perfecto,
un despegue anunciado con horas de antelación

en primera clase, las cabecitas rubias duermen, nada perturba su sueño
no querrían cambiar su lugar con nadie
no querrían ni podrían
¨ los que pelean por una presa de pollo no tienen privilegios ¨

muy abajo alguien pasa en bicicleta por la esquina de la catástrofe
escucha música desde un dispositivo que almacena mil canciones
pero anula los tímpanos en el proceso, su remera en latín dice: carpe diem

los neo terroristas urbanos fantasean con participar del atentado
disfrutan de los colores brillantes
llaman al 911 desde el celular y apuntan el teléfono a la zona de explosión
para combinar los gritos con los mensajes de los operadores

el neo terrorismo urbano
es hacer uso de la tecnología disponible para samplear hebras de sonidos
bases de ritmo y efectos para tergiversar el momento
¨ que la tragedia de otro se convierta en obra ¨

un cartel brillante con un avión incrustado
como parte de un atentado que nadie puede adjudicarse
¨ buscá en la radio el dial de al qaeda, transmite las 24 horas ¨

¨ el choque,
el choque de un avión arriba y digo arriba y casi cierro los ojos
mientras señalo el lugar del accidente ¨

los pixeles del aviso vuelan cuadriculados
se tildan en el aire, no hay botón de reset al alcance
¨ Mamá escribe cada vez más torcido, apenas le entiendo la letra. Antes escribía notas largas, de varios renglones. Generalmente eran ideas o cosas que tenía que hacer en la casa: limpiar la cocina, comprar comida, regar las plantas.
Pero desde hace unos meses está peor, anota palabras sueltas, oraciones incompletas. A veces empieza a escribir desde el márgen derecho del papel, así que apenas puedo leer el principio de lo que intenta decirme. O dibuja. Hace dibujos de animales, generalmente caras de animales, puede ser un gato, un elefante, un perro, vistos de frente. Le pone mucho detalle a los ojos. Otras veces dibuja las patas, ayer dibujó las patas de un gallo.¿ O eran de gallina...? ¨

martes, 13 de enero de 2009





la camisa
mantiene la sacralidad de la ropa limpia
de la tela fresca a la sombra
de las prendas
colgadas en la soga al aire libre

la temperatura del afuera
es suficiente
para secar los huevos de polilla
se puede
sacar lo que está embolsado en el placard
en la parte alta

el olor a lavanda en las frazadas
ya no se acostumbra
ahora hay naftalina que puede dejarte estéril
nada de tradición
nada del viejo continente

en otoño
las prendas tibias al sol
se sostienen
por broches de madera

miércoles, 7 de enero de 2009

dos poemas de la serie ¨ la ciudad bajo ataque ¨:



el pelo naranja cae desde la ventanilla del automovil quemado en competencia
consumido a vodka sin fecha de vencimiento

duerme sola desde los doce años
en camas ajenas, en bancos o refugios con cruces a la vista

se mueve en el asiento
el último cigarrillo lo fumó hace dos días
hace un día masticó la última porción de comida

el automóvil quemado es el único techo gratis de la zona
¨ es un animal de caparazón petrolada,
las mordidas al azar no forman un ciclo estético ¨

se acomoda en el asiento mientras duerme que el vehículo se enciende
arranca despacio por la avenida y toma la autopista
el motor
suelta un zumbido cada vez que pasa por debajo de un cartel de aluminio

¨ el pelo naranja desde la ventanilla del auto carbono ¨



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parecen menores él con 17 años y ella con 18.
se abrazan bajo la cúpula del parque público, cúpula
que fue atracción de madera
impermiabilizada a base de pintura blanca.

¨ pero eso fue antes de los bombardeos ¨

líneas de pastocardo y lavanda alrededor de la capilla
improvisada por imposición, ocupada con todo el afecto posible
de dos que planean cuidarse por los años a venir

¨ un anillo idéntico portado en dedos de manos distintas ¨

el abrazo atrae calor
atrae los olores de las parcelas abandonadas con flores imposibles
flores de estatura girasol y color lila
por adopción